La tribu Mistrunner no era una tribu numerosa, y mucho menos fuerte. Fueron casi aniquilados por los centauros en los Baldíos y si no hubiera sido por el valor de un joven Gart no quedaría hoy ningún Mistrunner en Azeroth.
Gart y Pawe que eran tan sólo unos jovenes, en la confusión del ataque, consiguieron salvar a dos pequeños bebés tauren: Naal y Kah. De los padres de estos dos pequeños no se puede decir nada. Ni siquiera si tienen una relación cosanguinea de algún tipo. Así pués el panorama resultaba bastante desolador... Dos jóvenes tauren inexpertos con dos pequeños a los cuales no sabían siquiera como alimentar. Los 60 miembros de la tribu, muertos, llacían en la llanura y los supervivientes no estaban capacitados para efectuar los ritos funerarios.
Afortunadamente para ellos un explorador hollystrider vislumbró el humo de los restos del campamento Mistrunner y se encontró con los dos jóvenes y a los dos bebés en medio de la desolación. El nombre de ese hollystrider era Perith Stormhoof, el que sería legendario entre los tauren, y trabajaba para Cairne Bloodhoof. Se hizo cargo de ellos y los llevó ante el gran jefe, que los acogió en el seno de su tribu. Organizaron una expedición armada hacia el lugar del ataque y realizaron los ritos funerarios para la tribu Mistrunner.
En aquel momento Cairne era un joven enérgico y estaba acompañado por su amigo Hamuul, un tauren que recién había ingresado en el Círculo Cenarión y que fué la inspiración para Gart para escoger el camino del druidismo. En el momento en el que Gart y Pawe fueron considerados adultos contrayeron matrimonio, y ya en el auspicio de la Horda y recién fundada la Ciudad de Cima del Trueno tuvieron 5 hijas: Shadi, Nan, Kaga, Fyr y Aska. Aska al tiempo se casó con uno de esos pequeños Mistrunner, Naal. De la unión de ellos dos nacieron Mera y Kaba. Shadi se casó con el otro huérfano, Kah. De la unión de los dos nació Sewa.
Durante años Gart asistió a Hamuul hasta que fue herido en una expedición a Silithius contra los nerubianos, y ya anciano se retiró voluntariamente a La Mesa Nube Roja para acoger a los jóvenes tauren que emprendían el camino de los druidas. Su lugar fue ocupado por la hija de Hamuul, Bashana.
Ninguna de las hijas de Gart, desgraciadamente para él, quiso seguir el camino del druidismo, aunque realmente este hecho no ha provocado gran pesar sobre él, pues el ver que su nieto Kaba ha escogido este camino ha colmado su corazón, dejando un legado en Azeroth que perdurará a su muerte.
Imagen de Gart junto con Kaba
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